MOMENTOS…

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Leyendo a unas compañeras blogueras me encontré con varios conceptos que pululan en mi cabeza. Uno es el de momentos felices y otro el de memoria selectiva.

Hablando con la gente, salen a relucir en muchas conversaciones.

Puede que en el pasado, nuestros momentos felices eran unos, que ahora son impensables e incluso se ven como errores. Pero es ahí, donde tenemos que echar mano de nuestra memoria, quedándonos con lo que nos hizo sentir bien, con las risas de antaño junto a esa persona o circunstancia. El resto, lo peor, lo negativo hay que abandonarlo en el camino, guardarlo bajo llave para que no se salga. Debemos ser selectivos y acogernos a lo positivo.

Momentos felices son los que tenemos que buscar, una mirada, una sonrisa, aquel viaje, aquella vez que te caíste y no paraste de reír pese al daño que te hizo. Ese palpitar del corazón y sudores que te entraban a verlo. También cuando aprobaste el examen que tanto esfuerzo te llevó, o la visita de un familiar, el primer sueldo o que hayas dormido de un tirón toda la noche.

Esos momentos felices de abrazar a quien quieres, el ir al baño corriendo porque en tu grupo de amigos no paráis de reíros, o esa vez que te perdiste y al contarlo ahora, lloras de lo gracioso que resulta.  Llegar a acabar una ruta, finalizar un proyecto, leer un libro y porqué no, formar parte de la blogosfera. Cualquier cosa que nos haga reír, sentirnos bien son nuestros momentos felices. Los momentos que componen nuestra vida.

Los otros, los momentos menos felices también son parte de nosotros, pero debemos escoger el instante feliz de ese momento doloroso, que nos provoca pesar. Pueden ser los referidos a pérdidas, enfermedades, enfados u otro tipo que tenga connotación negativa, de ahí que tengamos que ser selectivos.

Buen fin de semana y que tengáis muchos momentos felices.

30 comentarios en “MOMENTOS…

  1. marguimargui dijo:

    Hoy fue una mañana graciosa. Entre 6 amigas hemos hecho rl intento de sacar entradas para el concierto de Alejandro Sanz más más. Mientras nos dejaban a todas en colas virtuales, nos hemos descojonado recordando la primera vez que fuimos a verle, al parque de atracciones.
    Un beso
    Pd. Ahhh misión imposible lo de las entradas

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  2. etarrago dijo:

    Lo mejor Rubia, (psssss), es que solo nos quedamos con los momentos felices, quiero decir que los mantenemos intactos, lo otros, los infelices solemos cambiarles el principio o el final hasta que quedan a nuestro gusto, sí, como si fuera un pastel. Pruébalo, ya verás, de tanto hacerlo, al final crees que son como los imaginas y con ello pasan al mundo de los recuerdos felices.
    Feliz noche y, ah, no dejes de escribir nunca, eso crea, siempre, buenos momentos.

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  3. Ana Centellas dijo:

    No sé, es evidente que hay que quedarse con los buenos momentos, pero a lo mejor te queda ese regusto de cualquier tiempo pasado fue mejor. Por lo menos a mí, me genera nostalgia. Cuando al día de hoy no te encuentras en tu mejor momento, si lo estás entonces todo es la caña. Besazos.

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  4. serunserdeluz dijo:

    Muy acertada reflexión, yo creo que en automático olvidamos los malos momentos, tenemos memoria selectiva, pero tambien hay que ayudarle conscientemente y recordar con más ahínco los momentos felices. En una relación, por ejemplo, siempre hay cosas negativas, pero cuando pensamos en cómo nos sentimos en general, siempre es que nos sentimos bien, felices, contentas (y si no, hay que cambiar la relación), elegimos tener presente lo bueno y creo que eso es lo que nos conviene.
    Muy buen post.
    Abrazo de luz

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  5. allamas2000 dijo:

    Decía Nietzsche que ante las mayores adversidades que se presenten en la vida, era imprescindible mantener una «alegría serena», y argumentaba que cuándo iba a ser más necesaria que cuando existen las dificultades.
    Nietzsche aporta diversión, locura, hilaridad, incluso. Pero cuando acierta, lo hace de forma rotunda.
    «Un día en el que no se ríe, es un día perdido», decía Nicolás Chamfort, un escéptico francés.
    A ver si vamos a saber nosotros más que ellos. De momento, ríamos hasta en los momentos más tristes

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  6. Reflexionando en voz alta dijo:

    Todos tendemos a desechar los momentos menos espáticos Rubia.
    Aun así son los que dan forma (de verdad) a nuestras vidas.
    Todos colgamos cuadros con fotos de nuestros momentos felices. Supongo que en afán de recordar los mejores.
    La sonrisa de un hijo soplando las velas de una tarta. El orgulloso padre sosteniendo a su recién nacido. El adolescente con su medalla de tal o cual acontecimiento.
    Sin embargo, desechamos las fotos que verdaderamente unieron a una familia.
    El aplomo frente a un difunto. El deterioro físico del pasar de los años. El accidente que nos desfiguró e hizo sacar lo mejor de nuestra solidaridad.
    Somos benevolentes o hipócritas?

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