Escuchar, una tarea a realizar porque oír, oímos pero escuchar…
Normalmente decimos que sí escuchamos pero nos encontramos con actitudes, comportamientos que indican lo contrario. Alguna vez, las utilizamos de manera inconsciente, sobre todo con las personas de nuestro alrededor (donde hay confianza, da asco) y otras veces, con plena consciencia, porque no queremos escuchar.
Primer fallo, cuando no prestamos atención a la persona que nos habla. Estamos en cuerpo presente pero mente ausente, podemos dar señales con la cabeza, soltar un ahhh, pero en realidad estamos a otra cosa. Imaginaros cuando estamos en la consulta del médico y alguien se acerca a nosotros, que no conocemos, y empieza a contarnos su vida. En muchas ocasiones asentimos con la cabeza, pero no sabemos si le duele el pie o tiene gatos o vive en Israel.
Otro error común son las malinterpretaciones, juzgamos las palabras de la persona con la que hablamos, aparte de suponer lo que quiere decir. Nos atrevemos hasta decir lo que siente la persona sin tener suficientes argumentos. Cuando alguien llega tarde, enseguida pensamos en el porqué y acabamos creyendo que esa es la verdad, nisiquiera damos opción a la persona a explicarse y encima nos enfurruñamos
Un aspecto a evitar es hablar por los codos, bombardear con preguntas al interlocutor. No espera a que la persona termine de hablar y ya está interrumpiéndola, no la pregunta, ni aclara ningún tipo de información. Es decir, no muestra interés alguno por la persona. Una persona empieza a contar algo y ya estamos cortándola con preguntas para que no siga hablando, no conseguimos saber qué quería contarnos.
También existe un tipo de personas que sólo utiliza la escucha para hablar él, para contar su historia, dar su opinión y lo lleva a su terreno. Incluso se muestra condescendiente con la persona que habla, no da importancia a lo que cuenta porque lo suyo es más importante. Cuando alguien nos cuenta sus vacaciones, no se le deja acabar porque la otra parte cuenta las suyas, pensando que son mejores. En mi caso…, porque yo…
A veces está la persona discutidora, que sólo escucha para discutir. Busca en las palabras de la persona que habla y llevarle la contraria. No hay mucho que decir, si digo blanco la otra persona dice negro y si digo negro, pues dirá blanco. El caso es sacar punta a todo.
Otro caso es cuando ofrecemos consejos y si pensamos en dar consejos no escuchamos lo suficiente. No permitimos que la persona que está hablando exprese sus sentimientos totalmente y primero debemos escuchar y luego se verán las acciones a seguir.
Así que deberíamos prestar atención cuando nos hablan, no malinterpretar, sino esperar explicaciones. Dejar hablar y luego preguntar las dudas que tengamos, contar lo nuestro cuando nos pregunten o acabe la otra parte. Dialogar más que discutir, argumentando lo que decimos y dar nuestra opinión, desde nuestro punto de vista, no diciendo, yo si fuera tú…
También están los que desean decir / contestar algo a lo que estás diciendo y a partir de ahí no escuchan nada más, sólo esperan a que el otro cierre la boca para intervenir. Esos escuchan poco. Y los que “lo suyo es más importante”, está a montones en los parques, no te digo más, jejeje. Besitos
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Es verdad, de esos también hay. El mundo parque tiene mucha tela…jajaja. Besotes
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Genial entrada rubia como siempre que difícil tarea siempre la de escuchar, y transmitir el mensaje, otra que falta es las diferencias de sexo en los hombres de marte las mujeres de venus, genial libro que solo se lee el sexo femenino, ( bueno ok no voy a generalizar) los hombres al hablar suelen buscar soluciones y las mujeres suelen comunicarse como manera de desahogo, suele causar confusiones en la comunicación porque también lleva a equívocos, pero… estaríamos en tu genial entrada que es un problema de comunicación y escucha. Besos de tarde.
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Si nos desahogamos, necesitamos que nos escuchen primero. Las soluciones ya vendrán más tarde. No vamos a empezar la casa por el tejado…Besotes y un abrazo en esta tarde lluviosa
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Te mando un poco de sol que aquí hoy por suerte no llueve, muacksssss.
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Por cierto, el libro lo leí hace añísimos. Debería releerlo
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Da muchas claves en la pareja para que se logren entender geniales. Yo también lo leí hace mucho y estoy en las mismas 🙂
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Muy cierto , escuchar es poner atención , es hacer sentir al otro importante … Son pocas las personas que escuchan de verdad
Enviado desde mi iPhone
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No siempre se escucha,oímos solamente
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Así es hay más gente que solo oímos …
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Qué difícil es la escucha sin juzgar, sin interrumpir, pero qué sana. Muy buena entrada, me ha recordado, entre otras cosas, a un chico apodado el yomás , imagina por qué 🙂
Amén a todo lo que has dicho, muy buena organización de los no escuchadores.
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Qué horror de chico.Es cuestión de práctica, aunque alguna vez se falla
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Excelente reflexión, tenemos dos oidos y una boca porque necesitamos escuchar más y hablar menos. Saludos desde Más que vivir.
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La naturaleza es sabia y nos empeñamos en lo contrario.Saludos,gracias por comentar
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A veces oímos y no escuchamos… Qué gran verdad
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Toca practicar,saludos
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Yo con la boca cerrada, estoy acostumbrado a estar callado, ya que mi mujer me tiene enseñado :), porque me gusta escucharte y escribes que me encanta. Ay de todo como la viña del señor, ay que sabes cuando se debe hablar.
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Lograr el equilibrio, que difícil.yo prefiero estar callada,de hecho también habló poco.Un abrazo
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